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Rubén Blades, un Americano Autentico

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Desde sus inicios, el cantante panameño ha alzado las banderas no solo de su país, sino también de Latinoamérica; Blades quien no solo le canta al amor o al desamor, también invierte tiempo y esfuerzo para producir canciones de protesta y crítica social, y sobre nuestra identidad latinoamericana.

Canciones como "Juan Albañil" muestran la realidad que muchos trabajadores viven y la impotencia que pueden llegar a sentir al construir casas lujosas y preciosos edificios; y no poder nunca siquiera soñar con vivir en algo parecido. El continente americano tiene la penosa particularidad de ser el continente más desigual, no el más pobre, sino el que más diferencias socioeconómicas presenta entre sus habitantes.

El salsero panameño también, en su repertorio musical hace mención a las creencias religiosas y espiritistas que hacen vida en la región; es el caso de "Maria Lionza" una canción que nos da cuenta de una leyenda venezolana de la montaña del Sorte, en el estado Yaracuy, en la cual vive una diosa llamada "Maria Lionza" que hace milagros a cambio de ofrendas. Esta canción describe mágica y correctamente el prototipo de creencias religioso-espirituales que coexisten en Latinoamérica y que nos delinean como pueblos.

En su intento por describirnos, como parte de un continente que comparte una mezcla de rasgos fisionómicos comunes, una lengua mayoritaria, una religión predominante y sobre todo un territorio; Rubén reconoce que América está aún buscándose a sí misma. Así, tituló uno de sus álbumes "Buscando a América", lo que nos hace suponer que no tenemos claro lo que somos exactamente, pero si, que estamos buscando somatizarnos como pueblo.

En consonancia con la postura posmoderna, que afirma que somos el continente de la muerte de los grandes relatos, es decir, el continente posmoderno. Gianni Vattimo al hablarnos de la sociedad de "multiplicidad de dialectos" nos sitúa como el espacio en el que los habitantes son más diferentes en creencias y costumbres, pero que a su vez nuestra riqueza está precisamente esa diferencia marcada que nos identifica y nos une.

Pero la crítica de Blades no solo se manifiesta en canciones, sino también en discursos y entrevistas, no es solo un cantante reconocido, Rubén ha ocupado importantes cargos en la política de su país y aspira a la presidencia de Panamá. En una entrevista reciente al universal plantea que vivimos en una sociedad descompuesta, que las dictaduras militares y el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos son prueba fidedigna de ello.

En sus más recientes apreciaciones, nos dice que los latinos a pesar de ser exitosos en producciones Holliwoodenses, no hay una nominación de los premios para latinos y es porque no existe una raza latina. Al decir esto se interpreta según el músico, que los latinos no nos identificamos como una fuerza con códigos comunes que nos representen y nos hagan sentir como una multiplicidad de heterogeidad de muchas cosas y una cosa a la vez.

El cantautor asegura que "en lugar de ser raza somos tribus", enmarcadas en este caso en cada una de las nacionalidades. Y esta actitud tribal es la que nos dificulta unir una sola voz para luchar por nuestro pedazo de tierra, latinoamericana. Blades desde esta opinión nos llama construir puentes de unidad en la diversidad, a la vez que reconoce nuestra incapacidad hasta ahora de ser y sentirnos orgullosamente latinoamericanos.